Mes: noviembre 2012

Urbanismo y comida (5). Buenos Aires

Family and non family agriculture in greater Buenos Aires

El artículo Agricultura familiar periurbana y ordenamiento territorial en el Área Metropolitana de Buenos Aires. Un análisis diacrónico, publicado en la revista Geografía y sistemas de información geográfica (GEOSIG) de la Universidad Nacional de Luján, analiza la evolución de la agricultura en la zona periferica de la capital argentina.

La evolución en las últimas décadas se ha visto marcada tanto por la creciente población metropolitana como por la progresiva salida de la agricultura de los pequeños productores en beneficio de las grandes explotaciones. Los autores achacan esto tanto a las políticas económicas del estado como a una legislación urbanística que se ha concentrado en la regulación de los tejidos urbanos (y, curiosamente, más en las urbanizaciones cerradas que en otros temas) pero no ha establecido una visión integral del territorio en función de sus múltiples valores, entre ellos la productividad agrícola.

 

Urbanismo y comida (4). Paris

 

Según la Note Rapide 605- Quelles perspectives d’évolution pour le marché de Rungis? publicada por el Institut d’Urbanisme et d’Amenagement de la Règion Ile-de-France (region de París), el mercado de interés nacional de Rungis es el más importante mercado mayorista de alimentación fresca del mundo. Esto implica un lugar de referencia en un sistema alimentario que sostiene a una población que avanza hacia los 12 millones de habitantes. Diseñado en 1962 para sustituir a las antiguas halles del centro de París diseñadas por Haussman, y habiendo sustituido también a los mataderos de La Villete en 1973, ocupa 230 hectáreas, con 12.000 empleos correspondientes a 1.200 empresas. La cifra de negocios corresponde en un 87% a productos alimentarios. El 56% de los productos recibidos son frutas y verduras, el 21% cárnicos, el 12% productos del mar y el 12% lácteos y platos preparados.

Por el mercado pasan el 40% de las frutas y verduras consumidas en Ile-de-France, 30% de los productos del mar, 20% de las carnes y 10% de los quesos. Abastece el 80% de los productos de los pequeños comercios de alimentacióny el 35% de los destinados a restaurantes, pero sólo tiene un papel de complemento para las grandes superficies.

La competencia está en los cash&carry, especialmente el grupo Metro, y en los mayoristas independientes.

 

Según la Note Rapide 535- Nourrir 12 millions de franciliens: un defi au quotidien, también publicada por el IAU-IDF, este mercado de interés nacional está en el centro de un sistema alimentario regional marcado por una capacidad de producción agraria nacional, pero que en conjunto es un importador neto en una gran proporción. El sistema alimentario se concentra en la parte más cercana al usuario final (el comercio alimentario supone el 80% de los empleos y establecimientos, mientras que apenas hay 9.000 establecimientos agrícolas y agroalimentarios). Una parte de la producción local es transformada en otras regiones. En cuanto a la harina, por ejemplo, el volumen producido en la región casi equivale a la demanda, pero el flujo global es deficitario.

 

La agricultura se ve sometida a la competencia con otros usos del suelo, lo que explica que el 45% de las explotaciones regionales hayan desaparecido en los últimos 20 años. El desarrollo de subsectores regionales adaptados al cambio climático se presenta como una necesidad.

Urbanismo y comida (3). San Francisco

El estudio Think Globally- eat locally- San Francisco Foodshed Assessment comienza con una pregunta: ¿Podría la ciudad de San Francisco (no su área metropolitana) alimentarse únicamente con la producción agrícola de un radio de 100 millas (unos 150 km) en torno al Golden Gate?. Se identifica en dicho radio una producción de 20 millones anuales de toneladas de alimentos, frente a las 935.000 consumidas en la ciudad y los 5,9 millones consumidos en el área de la Bahía. Salvo en lo referente a huevos, cítricos, trigo, maiz, cerdo y patatas, la comida producida en dicho radio podría cubrir la demanda actual, aunque con algunos cortes por estacionalidad.

Pero no es posible conocer en que proporción la comida consumida actualmente en la ciudad es local. Por otra parte, las zonas de regadío dentro de ese círculo, que sólo son el 18% del suelo agrícola, son el origen de los 3/4 del valor de la producción agraria; esos suelos se ven amenazados por el crecimiento urbano, en una proporción de unos 25 habitantes por hectárea. La mejora de los sistemas de trazabilidad podría ayudar a la sostenibilidad de las tierras agrarias.

Urbanismo y comida (2) Nueva York

El presente artículo toma sus referencias de dos fuentes:

Infrastructure > Health, Modeling production, processing and distribution infrastructure for a resilient regional food system. Se trata de un estudio del Urban Design Lab del Earth Institute, parte de la Universidad de Columbia, desarrollado con una ayuda del Rockefeller Brothers Fund. El resultado, el New York Regional Foodshed Project (Proyecto Regional de la Cuenca Alimentaria de Nueva York) se ha coordinado con el National Integrated Regional Foodshed Project (Proyecto Nacional de Cuencas Alimentarias Integradas).

    • El proyecto parte de la constatación de la alta tasa de obesidad infantil y de adultos, y de su coste social para el país, y entiende la obesidad como un problema de infraestructura, que incide en el precio de la comida, con consecuencias ambientales y sanitarias.
    • Se entiende que la mejora de la infraestructura permite un mejor acceso a una comida sana, y la concienciación ciudadana también contribuye positivamente. El estudio toma de los trabajos a escala nacional la visión de las producciones agroalimentarias en un radio de 200 millas (unos 300 km) en torno a las grandes metrópolis.
    • Se considera la agregación de las producciones alimentarias por condados productores, y se estudian dentro del estado de Nueva York (sólo una parte de la cuenca alimentaria de la metrópoli) las producciones de manzanas, ternera y sidra; la localización de los mataderos; la localización de la demanda y los tiempos de accesibilidad; y la localización óptima para nuevos mataderos y alhóndigas de agrupación de oferta agraria.
    • Se estudia también el sistema de distribución alimentaria a través del comercio en la ciudad de Nueva York.

Flujos de frutas y hortalizas, cereales, lácteos y carnes hacia Nueva York

The Potential for Urban Agriculture in New York City. Growing Capacity, Food Security, & Green Infrastructure. Se trata de un estudio del Urban Design Lab del Earth Institute, parte de la Universidad de Columbia, desarrollado con una ayuda del New York State Energy Research and Development Authority (autoridad de investigación y desarrollo energético del Estado de Nueva York) y la Doris Duke Charitable Foundation.

  • Los objetivos del estudio son:
    • Cuantificar la capacidad de la ciudad de Nueva York para la producción agrícola urbana, teniendo en cuenta tanto la disponibilidad de suelo como las cosechas viables.
    • Estimar los beneficios potenciales de la agricultura urbana, dentro de un análisis global de costes y beneficios. Se han considerado:
      • Impacto de la agricultura urbana sobre la seguridad alimentaria, mejorando la igualdad en el acceso a la alimentación de calidad y mejorando la salud pública
      • Implicaciones de los usos agrícolas en la gestión de aguas de escorrentía y gestión sostenible del saneamiento
      • Impacto en los balances energéticos y la mitigación del efecto isla de calor urbana
      • Implicaciones para la reducción de residuos urbanos
  • Los resultados del estudio muestran que:
    • La agricultura urbana puede jugar un papel importante como una infraestructura urbana productiva, reduciendo el consumo de energía, gestionando las aguas de escorrentía y conservando suelos.
    • La agricultura urbana puede ayudar a la sostenibilidad social, transformando espacios abandonados y propiciando la interacción entre los habitantes.
    • Hay un potencial de 5.000 acres, o unos 20 km2 (seis veces Central Park) en los que sería posible el cultivo dentro de la ciudad. Además hay otros 1.000 acres de espacios libres, y los datos sobre titularidad no han permitido un análisis completo.
    • La producción bio intensiva en el medio urbano puede tener rendimientos mayores que las técnicas convencionales
    • No es posible abastecer a toda la ciudad con agricultura urbana, pero en ciertos barrios puede ser una contribución significativa.
    • Es preciso realizar análisis coste- beneficio más detallados
    • Las cubiertas de los edificios son una oportunidad relevante para la producción alimentaria
    • La burocracia es un obstáculo.
    • La infraestructura existente puede servir a la expansión de la agricultura urbana
    • Los cultivadores urbanos consiguen la viabilidad combinando ingresos, vendiendo al público y a restaurantes, cobrando por recoger residuos que luego se compostan, y prestando servicios educativos.
    • La agricultura urbana se inscribe en una aproximación hortícola más amplia al verde urbano, más allá de la producción alimentaria
    • La agricultura urbana contribuye a la sostenibilidad del sistema alimentario urbano.

Biblio (18). Urbanismo y comida, o la idea de cuenca alimentaria

Estudio sobre la producción alimentaria en el estado de Nueva York

La navidad se acerca, y parece lógico pensar un poco sobre tres elementos que son los que más mueven a las sociedades urbanas (occidentales) en estas fechas: comida, comercio y viajes; los dos primeros por razones obvias, y el tercero porque o bien las familias se reúnen, o bien la gente sale huyendo de dichas reuniones familiares para buscar unos días en un lugar que piensan  que será mejor. El hecho de que sean fiestas religiosas en origen no evita que hoy en día este sea un factor bastante poco importante en gran parte del mundo occidental, por lo que no entraré en el más que tangencialmente.

Este primer artículo de la temporada trata de la comida, y más específicamente de una de las tendencias emergentes en materia de urbanismo sostenible: la relación entre la agricultura y las ciudades.

Pueden plantearse dos vías de aproximación. La primera está relacionada con la posibilidad de utilizar los espacios urbanos para la producción alimentaria. Los grabados históricos muestran que en tiempos los patios de manzana en muchas ciudades eran huertos, y la toponimia de algunas zonas ilustra sobre su pasado agrícola. La búsqueda de una alimentación más local (producida en un radio x de km del punto de consumo para reducir los impactos derivados del transporte) y una mayor concienciación ambiental parecen ser los objetivos principales de un movimiento que lleva a convertir solares y naves en zonas de cultivo.

Pese a que la densidad de las ciudades actuales es muy variable, parece pertinente recordar que la autosuficiencia no puede plantearse en los mismos términos que en cuestiones como la energía, donde los márgenes de eficiencia parecen bastante mayores; si a las ciudades se las ha rendido históricamente por hambre en caso de asedio, es porque es muy difícil que la superficie de cultivo disponible sea suficiente. Pero ello no quita para que haya campo para producciones determinadas, siempre que el impacto que produce el cultivo urbano no sea mayor que el que se ahorra por el transporte (por ejemplo, podría no tener sentido reducir impactos en transporte a base de secar pozos distantes para traer el agua a la ciudad). El propio coste inmobiliario hace que la agricultura pueda tener problemas para competir con otros usos, salvo que el planeamiento introduzca restricciones.

La segunda vía de aproximación es la consideración, siempre desde la óptica de la preferencia por una alimentación producida en proximidad, de las dinámicas de ocupación de suelos valiosos para la agricultura por otros usos, dentro de ese mismo radio de proximidad. En un área metropolitana dinámica en general existe una competencia por el suelo en la que los usos más rentables tienden a sustituir a los que lo son en menor medida, y la agricultura suele perder la batalla. En esta vía se inscriben varios proyectos en ciudades americanas, y el Institut d’Amenagement et d’Urbanisme del área metropolitana de París ha convocado para los próximos 6 y 7 de diciembre el coloquio internacional “Hungry City” sobre la materia, ciertamente más amplia, de la gobernanza alimentaria.

El concepto de cuenca alimentaria (foodshed en inglés, término acuñado por Walter Page Hedden en 1929 en «How great cities are fed«) el  es en cierto modo asimilable al de una cuenca hidrográfica; implica reconocer el territorio necesario para abastecer a una metrópoli. Las aproximaciones que se hacen suelen estimar en que radio en torno a la ciudad se podría cultivar la producción necesaria para la misma.

El concepto de soberanía alimentaria es diferente, y no asociado de forma directa a las áreas metropolitanas sino  asociada a conceptos más políticos. Ambos conceptos pueden ser mencionados en la literatura específica.

Algunas referencias que serán desarrolladas en artículos sucesivos:

The New York Regional Foodshed Project

San Francisco Foodshed Assessment

Madrid- Lille 2

Estación de Chamartín en Madrid, zona sur de la operación de prolongación de la Castellana (que no incluye las 4 torres a la izquierda). La prolongación de Castellana representará 1.204.000 m2 de oficinas, 330.000 de hoteles y comercios, y 17.000 viviendas (todas las superficies corresponden a edificabilidades). El Plan Parcial de Reforma Interior fue aprobado en 2011, estando su desarrollo pendiente de la gestión urbanística y de la capacidad de inversión en un momento de crisis

Euralille, Lille: un nuevo barrio de negocios con 76.000 m2 de comercio y 81.000 de oficinas. En conjunto con los otros 4 barrios de la operación, 267.000 m2 de viviendas, 361.000 de oficinas, 33.820 de uso hotelero y 148.694 de comercio. Tras comenzar en 1994, la operación estaba ejecutada en 2010 (sobre Euralille 1 y 2, y Porte de Valenciennes) en un 81% (ver http://www.saem-euralille.fr)

Madrid en 1848

Lille hacia 1840

Madrid- Lille

Las regiones urbanas de Lille (Francia/ Belgica) y Madrid (España) a la misma escala

La región urbana de Lille cuenta con más de un millón de habitantes

División municipal en la zona francesa de Lille (el norte corresponde a las regiones belgas de Flandes y Valonia)

Región urbana de Madrid: casi 5 millones de personas en la zona del mapa

Municipios de la región urbana de Madrid

 

 

 

 

Bibliotecas (5). Biblioteca España- Medellín

La Biblioteca España está en una de las zonas informales de Medellín, la ciudad colombiana tristemente célebre por el tráfico de drogas. El proyecto arquitectónico de Giancarlo Mazzanti configura volúmenes que son casi rocas negras; el elemento más interesante es, no obstante, la idea de construir una biblioteca en un barrio en el que la cultura no suele ser percibida como una prioridad política… La ciudad de Medellín evoluciona progresivamente para mejorar la calidad de vida de sus ciudadanos con actuaciones como esta, que buscan hacer frente a la realidad y no sólo a la imagen deseable de la ciudad.