Mes: octubre 2014

De premio (3) Premios Aga Khan

Apartmentos en Teheran, un proyecto finalista de la edición de 2013

Recuerdo una frase de un historiador de la arquitectura sobre la dificultad para definir lo que sería la modernidad arquitectónica desde un punto de vista de país árabe o islámico (se que no es lo mismo, pero a los efectos de la idea planteada la reflexión valdría tanto en un caso como en otro). Venía a decir que no se había llegado a definir con claridad que aspecto tendría una estación de ferrocarril árabe o islámica.

En 1977 el Aga Khan, máxima autoridad religiosa para los ismailies, estableció un premio de arquitectura centrado en proyectos que supongan intervenciones positivas para las sociedades islámicas. La figura del Aga Khan es inusual para lo que se está acostumbrado en occidente: es un monarca sin territorio, con un liderazgo espiritual sobre parte del islam, pero vive en occidente. La estética premiada en estos premios está bastante alejada de la tradicional. Habría en todo caso que saber que es tradicional para cualquiera de esas dos categorías, árabes o islámicos, que abarcan territorios geográficos tan amplios y variados, y por tanto con multitud de tradiciones arquitectónicas.

El premio se concede cada tres años, y la última edición es de 2013. La lista de los arquitectos premiados no incluye sólo musulmanes, a juzgar por los nombres, en ocasiones conocidos ampliamente en sus países occidentales respectivos. Se incluyen un cementerio islámico en los Alpes austríacos, un proyecto de infraestructuras viarias y de transporte público en Rabat- Salé (Marruecos), una rehabilitación en Tabriz (Irán), intervenciones sobre un centro histórico en Palestina y un centro de cirugía cardiaca en Khartoum (Sudán).

Hace algunos años que sigo (de lejos…) los resultados de estos premios. Suelen tener una amplia variedad geográfica, y responden a modelos arquitectónicos claramente contemporáneos, sin un marco estético predeterminado. Y en general me parece buena arquitectura, aunque no conozco los contextos locales en que se ubica; y lógicamente no es lo mismo Salé (Marruecos) que Salem (Massachusetts).

De hecho, me sigo preguntando porqué una estación de ferrocarril árabe o islámica debería ser muy diferente de una europea o cristiana… porque tampoco estas son iguales entre si. La idea de una cultura no como un marco general de referencia, sino como un conjunto inmutable de reglas, siempre me ha parecido difícil de entender.

Mapas 2014 (38) Donde duerme internet

 

El equipo del profesor John Heideman, de la Universidad de California, ha realizado un mapa; en realidad el trabajo se llama “when the internet sleeps”, pero dado que el mundo se divide en husos horarios, el mapa es una buena forma de expresión. Se trata de una animación de las respuestas de un número gigantesco de direcciones IP a una consulta sobre si están activas o no cada 11 minutos durante 35 días de 2013. El mapa muestra que durante las horas nocturnas en Europa, Japón, Corea del Sur y los Estados Unidos los ordenadores (y teléfonos, y otros aparatos conectados a internet) suelen seguir encendidos, al menos en mucha mayor medida que en otros países de menor renta. Hipótesis de explicación del porqué y algunos avances de conclusiones acompañan al texto y gráficos de la página original.

De premio (2) Reflexiones previas

El barrio de Uptown, incluido en 2014 en la selección del programa Great Places in America, de la American Planning Association

Quizás sea bueno plantear algunas reflexiones previas antes de hablar de premios. Hablaré de premios concedidos a planes o documentos de algún modo aprobados por una administración pública, o a propuestas que hayan sido ejecutadas físicamente; incluso hablaré de premios a ámbitos urbanos existentes en los que puede estarse premiando algo que no haya implicado técnicamente una nueva construcción. Es decir, no de premios en concursos de ideas, no porque no sean interesantes (y no sólo en casos clásicos como el del legendario concurso del Chicago Tribune de 1922, o el del Palacio de los Soviets de 1931), sino porque en este preciso momento me interesa más lo que acabo de exponer. Lo interesante del premio en estas condiciones es que implica que ha habido un grado suficiente de interacción entre un cierto número de actores como para alcanzar una solución con un cierto grado de consenso (al menos en apariencia…)

La concesión de un premio es, no obstante, parecida a un concurso, o a un examen; es habitual verla en un sentido único, según el cual se compara una muestra de propuestas y se decide cuál de ellas es la más ajustada a los criterios requeridos. Pero en ocasiones es también claro que quien se examina (y suspende) es el jurado. El premio no deja de ser una construcción social basada en unos criterios determinados, resultado tanto de un momento como de la visión de quien juzga (que puede o no coincidir con corrientes dominantes, sean o no a su vez juiciosas) e, incluso (quiero creer que en la menor parte de las ocasiones…) de afinidades personales por algunos de los candidatos. Siendo todo esto factores interesantes, no son tampoco el objetivo de mis artículos.

Lo que me parece más interesante es, en aquellos casos que reseñaré en próximos artículos, como veo las propuestas ganadoras en relación con las que se han quedado por el camino desde una visión necesariamente lejana (por motivos diversos no hablaré de premios en mi ámbito geográfico directo). Juzgar su bondad no siempre es fácil (aunque a veces la tentación de decir que algo es malo es fuerte…), pero si que surgen preguntas, que me parece interesante compartir.

De premio (1)

El proyecto de reciclaje urbano del barrio de Europa, en Saint Brieuc (Francia), acaba de recibir el premio Robert Auzelle

Los premios suelen ser una buena forma de saber que está «a la última» en una disciplina. Propongo para los siguientes artículos ver que se está premiando en urbanismo y ver como se relacionan las propuestas con la arquitectura, el desarrollo sostenible y otras materias.

Biblio (102) Visiones y escenarios para el territorio europeo en 2050

biblio104

 

El equipo de ESPON, bajo la edición de Andreu Ulied, ha preparado un informe de síntesis de los principales mensajes del proyecto ET 2050 ESPON. Es una nueva iteración del intento de establecer una visión territorial para el continente que permita un desarrollo más sostenible y una respuesta más eficaz a las crisis desde una articulación territorial más sólida. La visión poli céntrica es, como es habitual, una de las bases de las propuestas. Hay elementos de interés, pero me temo que su plena eficacia dependerá de la capacidad de los Europeos de gobernarse de manera más eficiente como Unión.

Maps 2014 (37) Genealogical map of Pennsylvania

pennsylvania genealogy

 

En Europa solemos pensar que los Estados Unidos carecen de historia. Y lo cierto es que desde el punto de vista europeo, su historia escrita se remonta a un periodo muy corto (desde otros puntos de vista la cuestión sería probablemente más compleja). No obstante, su historia reciente tiene aspectos pintorescos. El mapa genealógico de Pensilvania, elaborado por el Gobierno del Estado en 1933 y que en 1985 ya iba por la décima edición, da cuenta del complejo proceso de subdivisión del territorio del Estado durante el siglo XIX, e incluso de los procesos de adquisición de territorios durante el siglo XVIII. Nueva York y Pensilvania eran parte del mismo país, pero el condado de Erie fue una cesión del primero al segundo para garantizarle una salida a los grandes lagos… La utilidad del mapa no está en mostrar la prevalencia de apellidos, sino la evolución de las divisiones administrativas para facilitar el acceso a los registros. En gran parte de Europa un mapa así se vería sustituido por un mapa de parroquias, por la relevancia de los registros de bautismo.

 

De los Alpes al Atlantico (7) Como orientarse en una península

La Coruña

La Coruña

Nací en una península junto al Atlántico, y me gustan ese tipo de lugares. A alguna gente de interior le confunden, porque sencillamente no se aclaran sobre “donde está el agua”, que es casi en cualquier dirección. Tampoco ayuda a los no iniciados el hecho de que una ciudad peninsular cambia de forma según el punto de vista; de hecho, casi todas las ciudades cambian en función del punto de vista, pero en las penínsulas eso es más aparente, porque hay bordes nítidos en la línea de costa.

La mejor forma de orientarse en una península es a través de algún elemento alto, visible desde diferentes zonas. Un faro, un monte, una chimenea… si no lo hay, la cosa se complica porque los barcos pueden aparecer por cualquier lado (menos mal que en las marismas de Cádiz hay astilleros con grandes grúas, torres de alta tensión y un nuevo puente…).

En algún caso se ha encontrado otra solución: la ciudad ha crecido tanto que la península casi no se nota, como en San Sebastián o Gijón. Pero eso es hacer trampa, en cierto modo…

peninsulas

De los Alpes al Atlántico (6) Lacq

mourenx

Hace unos años pude escuchar en París a Jean Paul Lacaze, un urbanista francés de esos que han estado en mil batallas, contar una curiosa historia. Hablaba sobre la experiencia del país en la creación de ciudades nuevas, y sobre la creciente complejidad de los criterios para la selección de un emplazamiento (para una ciudad, una industria…) de acuerdo con el paradigma del desarrollo sostenible. Y habló del proyecto urbanístico asociado al yacimiento gasístico de Lacq, en los Pirineos Occidentales. Ese yacimiento, descubierto en 1951, fue el origen de lo que hoy es Total, y una historia con algunas similitudes con el gas de esquisto actual; un recurso de extracción compleja (alto contenido en hidrógeno y azufre), pero muy relevante para la economía del país. Lacaze decía que en la presentación a la prensa del proyecto hacia 1957, al hablar de la nueva ciudad que se iba a crear para los empleados, el alcalde dijo algo así como “hemos seleccionado el mejor lugar, no les quepa duda; Jean Paul y yo nos hemos pasado todo un día dando vueltas en mi coche y lo hemos encontrado”. Hoy en día probablemente no sería considerado un procedimiento ortodoxo, pero es el origen de lo que hoy es Mourenx, una población de casi 7.000 habitantes (en 1968 se superaban los 10.000).

El yacimiento ha cerrado en 2013, y la base económica de la ciudad se resiente, como en otros ámbitos mineros, aunque hay algunos proyectos de mantenimiento de actividad industrial. Y la ciudad parece, efectivamente, una ciudad nueva de la primera hornada, un modelo híbrido con los anteriores “grands ensembles”. Es una arquitectura de bloques lineales en un entorno de calles relativamente reticulares, en las que se aprovecha cualquier oportunidad (y el relieve brinda alguna) para introducir grandes curvas.

En aquel día Jean Paul y el alcalde eligieron un espacio en relativa llanura, rodeado por dos grandes alineaciones de colinas que lo separan visualmente de las zonas industriales más cercanas. Cada barrio tiene una torre, pero la vivienda unifamiliar ha ido ganando importancia (después de todo es Francia…)  El Plan Local d’Urbanisme está en revisión, planteando un crecimiento moderado.