
A- Macroplaza (centros gubernamentales de diferentes niveles, museos de arte e historia), B- Canal de Santa Lucía, C- Parque Fundidora
Desde hace tiempo Monterrey es la imagen de referencia del México industrial. Desde la década de 1980 ha habido una tentativa de construir una imagen más positiva, que vaya más allá de las columnas de humo. Primero fue la Macroplaza (500 metros de jardines conectando los principales centros de poder y los museos clásicos, como algunas plazas de centros cívicos estadounidenses, aunque muy diferente de los modelos europeos), y el Parque Fundidora, una antigua siderúrgica convertida en parque. Desde mediados de la década de 1990 ha habido una serie de obras para recuperar el canal de Santa Lucía, un antiguo cauce que había quedado entubado en algunos tramos, y que se ha converitdo en un canal navegable (para embarcaciones de ocio) y corredor lineal conectando Macroplaza y Fundidora. El río Santa Catarina, principal cauce de la ciudad, ha sido transformado en un parque lineal, aunque su proyecto parece haber implicado menos recursos económicos. De acuerdo con varias fuentes, estos proyectos, positivos por su aportación al paisaje urbano, no se han visto acompañados por acciones muy necesarias de mejora en una ciudad con fuertes carencias de urbanización e infraestructura en amplias zonas, al contrario de lo que ha ocurrido en otras ciudades que también se han enfrentado a una evolución de su modelo productivo (ciudades situadas en países más ricos, sin duda).