Cuando era niño, a veces los mayores me decían que salían tan temprano a trabajar que las calles aún no estaban puestas. Viendo el concepto americano de “calle completa” parece que hay sitios en los que aún es muy temprano…
Una calle completa es, según la definición de la National Complete Streets Coalition, una calle diseñada para permitir el acceso seguro a peatones, ciclistas, conductores y usuarios del transporte público de todas las edades, incluidos discapacitados.
Este blog está escrito desde una perspectiva europea; no pretendo conocer todas las situaciones presentes en Europa, pero si a lo que mejor conozco (península ibérica, Francia, Gran Bretaña, Italia).
La existencia de aceras, que se presenta como uno de los puntos fundamentales en la visión norteamericana, es universal en los suelos urbanos (salvo algún casco histórico, muchas veces más bien peatonal), aunque su dimensión, y sobre todo la disposición de postes y otros elementos, no siempre sean muy cómodos; eso no quita que en entornos periféricos de suelos rústicos (urbanísticamente), pueda haber zonas con viviendas pero sin aceras. En zonas de urbanización ilegal la situación se agrava.
Las bicicletas no siempre están bien integradas en la sección de la calle, y eso es algo que depende de cada ciudad.
La relación entre tráfico y peatón no siempre está equilibrada, y en algunos casos cruzar es peligroso. Y otros aspectos señalados por los americanos tampoco están siempre bien resueltos.
Por tanto, aunque los americanos están en clara desventaja (las bajas densidades ayudan), también hay cosas que corregir en Europa. Desde ese punto de vista, leer el “Complete Streets- Local Policy Workbook” puede tener su interés, especialmente para las zonas más “americanizadas” de las periferias europeas.