
Aparcamiento de bicicletas en la estación ferroviaria de Alkmaar, modelo de la firma de mobiliario urbano holandesa VelopA
El 27% de los viajes en los Países Bajos se realizan en bicicleta (según Pucher y Buehler, 2008), la mayor proporción del mundo. El holandés promedio pedalea 2,5 km al día (el español se queda en 0,1, igual que el estadounidense…).
En los últimos 20 años el uso de la bicicleta ha aumentado en Ámsterdam un 40%, hasta alcanzar los 490.000 viajes diarios en 2012, con 2 millones de kilómetros diarios, y más de 3.500 ciclistas por hora en los tramos más usados. Se produce una congestión importante que genera un tercio de los accidentes. El 56% de los accidentes graves de tráfico implican a un ciclista.
El municipio de Ámsterdam se plantea invertir 57 millones de euros hasta 2016 para mejorar el uso de la bicicleta. Se crearán construirán 15 nuevos kilómetros de pistas ciclables rojas de alta capacidad, y se ampliarán los principales itinerarios existentes, reforzando la prioridad a los ciclistas. Hasta 2020 se invertirán además, en concertación con otras administraciones, 120 millones de euros en la resolución de los puntos más conflictivos de la red, pero sobre todo en la provisión de 38.000 nuevas plazas de aparcamiento (90 millones para este sólo fin, o 2.368 euros por plaza). Según el municipio, la inversión en bicicleta es la más rentable por euro gastado.
Sólo en términos de comparación en cuanto a las magnitudes de inversión y el número de personas movilizadas, en Madrid el paso inferior de Cuatro Caminos, abierto en 2005 y con 540 metros de longitud (y una compleja obra para compatibilizar los cuatro carriles enterrados con un gran número de infraestructuras enterradas) ha costado según datos de prensa 25,7 millones de euros, para absorber 70.000 vehículos al día. Si los 57 millones de mejoras de Amsterdam afectaran a un 30% de los ciclistas diarios totales, que no aumentaran en número respecto a 2012, serían 147.000 viajes al día, con lo que las cifras de euro/viaje serían similares, pero con la diferencia de que las emisiones de CO2 y otros gases, además de las molestias de todo tipo serían netamente inferiores. Además, las inversiones en Amsterdam buscan mejorar la fluidez en el conjunto de la red, mientras que el paso de Cuatro Caminos es una solución puntual. Teniendo en cuenta que los costes de construcción en Amsterdam son probablemente mayores que en Madrid, probablemente una comparación más ajustada en una misma ciudad sería más ventajosa para la bicicleta.
Más referencias sobre ciclismo en los Países Bajos en http://www.dutchcycling.nl/