Los romanos tenían un claro sentido práctico que les llevó a construir una red de calzadas. Uno de los primeros mapas conocidos del mundo es la Tabula Peutingeriana, una copia medieval de un mapa itinerario romano. En realidad, es más un esquema de la red que un mapa en el sentido en que lo conocemos: no hay una tentativa de reconstruir la forma geométrica del territorio, y para “ahorrar papel” se convierte al Mediterráneo en una especie de largo río. No obstante, se reconoce ya en parte la forma de bota de Italia, y es muy curioso ver como se dibujan los territorios que hoy conocemos. El mapa original abarcaba desde Portugal hasta la India, pero la primera página (península ibérica, parte del Maghreb e islas británicas) se perdió, y fue reconstruida en 1898.
El documento es un rollo de pergamino de 0,34 mx6,75, así que no es muy fácil mostrarlo completo en una sóla imagen. Una imagen original del manuscrito de 1200 puede verse en la Biblioteca Augustana (universidad de Augsburgo), por segmentos, en http://www.hs-augsburg.de/~harsch/Chronologia/Lspost03/Tabula/tab_manu.html (atención, página en latín), y una imagen más clara, que incluye la reconstrucción de la hoja de la península ibérica, puede consultarse en wikipedia.