Un mapa puede contar muchas cosas sobre el mundo, de una forma geométrica o ideológica; este es un ejemplo de la segunda forma. Creado en la edad media en un convento alemán y encontrado en 1830, es un conjunto de unos 3,57 m de largo en 30 hojas de pergamino, con Jerusalén en el centro.
Un mapa puede contar muchas cosas sobre el mundo, de una forma geométrica o ideológica; este es un ejemplo de la segunda forma. Creado en la edad media en un convento alemán y encontrado en 1830, es un conjunto de unos 3,57 m de largo en 30 hojas de pergamino, con Jerusalén en el centro.
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