Como proteger un recurso valioso y escaso como el suelo agrícola de calidad? Los suizos lo están intentando asi
agricultura
Catalizadores del cambio (11) Aguas
La imagen superior corresponde al pueblo de Alange, en la provincia española de Badajoz. En 1992 se finalizan las obras de la presa, un muro de 67 metros de altura desde cimientos y 720 m de largo, y lo que hasta entonces había sido un pueblo ubicado sobre el valle del río Matachel pasa a ser un espacio marcado por el agua y la nueva línea de costa. Es claramente una actuación fuera de la escala de intervención posible para un pequeño municipio, llevada a cabo por la Confederación Hidrográfica del Guadiana. La actuación crea un paisaje nuevo con la finalidad de aprovechar las aguas para riego (aguas abajo hay una amplia llanura agrícola) y producción de electricidad.
La presa recoge las aguas de una cuenca de 2.545 km2 (una superficie mayor que la provincia de Vizcaya), y en su lámina de agua, que ocupa unos 35 km2, sobresalen algunas islas que muestran la geología del ámbito. Al haberse vaciado el vaso de vegetación, la lógica oscilación de niveles hace que cuando el agua baja quede al descubierto una ribera mucho más árida que lo que queda por encima.
El agua ha supuesto un cambio importante; un barrio se ha movido a otro emplazamiento más alto al verse cubierto por las aguas, han aparecido algunas edificaciones ligadas al nuevo paisaje, y es de suponer que las indemnizaciones por las expropiaciones de terrenos anegados habrán tenido algún efecto en la economía local. También habrán desaparecido tierras de cultivo del antiguo fondo del valle. En una zona el nuevo trazado de la carretera pasa entre el borde del pueblo y el agua, pero su configuración no se ha cuidado mucho. El embalse es un elemento central en una zona de especial protección para las aves (ZEPA) de la Red Natura 2000 de la Unión Europea; las aves han pasado a ser usuarias del embalse. Pero los habitantes se han reducido; en 1996 había 2.031, y en 2014 se habían reducido a 1.946
Catalizadores del cambio (10) Maquinitas

En algún lugar al oeste de España: bajo los frutales en flor del pie de imagen se ven los tubos del gota a gota.
Hora de ampliar el horizonte: cuando las fronteras entre urbano y rural se hacen más borrosas en términos de demandas sociales, al menos en Europa, algunas cosas tienen la capacidad de catalizar el cambio en ambas esferas.
Las legislaciones europeas (y no solo ellas, pero son las que me son más cercanas) instituyen unos derechos del ciudadano que no diferencian entre urbanos y rurales; la ciudadanía, pese a su etimología sesgada en este sentido, es una. Pero la fuerza de los hechos que ha impuesto hasta ahora la dificultad del transporte y la comunicación suponía diferencias en las aspiraciones de los habitantes de las zonas rurales, para los cuales el acceso a ciertas cosas era casi imposible, y se aceptaba. Durante las últimas décadas los habitantes de zonas rurales, primero con la motorización, luego con la televisión, y más recientemente con internet, han pasado a tener posibilidades mucho mayores de acceso a muchos servicios, pero también de hacerse una idea más precisa de la vida urbana. Sigue sin ser lo mismo vivir en un pueblo de 250 habitantes donde la media de edad es de 60 años que en una gran ciudad, pero ciertas cosas se entienden como derechos al mismo nivel en ambos lugares. Y los modos de consumo tienden a igualarse al mismo ritmo al que desciende la proporción de la población que vive en zonas rurales. Eso es un motor de cambio territorial, a veces para bien y a veces para mal.
Decir que el campo se tecnifica en busca de mejoras de rendimiento sólo es aceptable si se habla desde la perspectiva de los últimos milenios; la mejora del rendimiento ha sido siempre un objetivo del agricultor, pese a la visión más bucólica que puedan tener los habitantes urbanos. El ruido constate en lo “países desarrollados” sobre el concepto de ciudades inteligentes, llenas de sensores, parece hablar del futuro, pero está relativamente cerca de lo que se hace hoy en día en las zonas rurales con sistemas de irrigación sofisticados. Todos hemos visto los grandes círculos de los sistemas de riego por pivote, pero el riego por goteo, pese a que resulta menos impresionante desde el aire, supone una alta eficacia. Y la posibilidad de recogida mecanizada en algunos cultivos cambia muchas cosas.
Lo que está ocurriendo no es que los urbanos empiecen a interesarse por webs de maquinaria agrícola, sino que los rurales empiezan a intercambiar información sobre sus herramientas de trabajo de forma casi idéntica a la que emplea cualquier profesión urbana. Cuando los agricultores buscan la forma de manipular el ordenador de a bordo de sus cosechadoras, como señala un reciente artículo de Wired, algo está cambiando. No se aún si es puede influir sobre la arquitectura y el paisaje, o como, pero podría haber un impacto. Y esto no deja de ser un ensayo, reducido pero interesante, sobre lo que se nos viene encima con las Smart cities; gestionar el agua de riego y el consumo energético de su infraestructura es un objetivo limitado, pero muchas de las iniciativas Smart city que se venden van poco más allá de la gestión de un número limitado de servicios…
Biblio (117) Cuatro casos de estudio sobre agricultura urbana
Un estudio de la Unidad de Desarrollo y Resiliencia Urbana del Banco Mundial basado en casos de Bangalore (India), Accra (Ghana), Nairobi (Kenia) y Lima (Perú). Aparentemente la agricultura urbana permite la subsistencia de las primeras oleadas de poblaciones llegadas a la ciudad hace un tiempo; también es compatibilizada por algunos con otros trabajos, incluso informales. Los agricultores urbanos poseen generalmente las tierras de cultivo, y el informe ve en general razones para ser optimista sobre el desarrollo de esta agricultura.
Mapas 2015 (1) La llanura americana
Este primer ejemplo de 2015 no es en realidad un mapa, sino la representación de una idea que ha sido premiada en un concurso para estudiantes de la American Society of Landscape Architects. Su autor, Reid Fellenbaum, plantea una propuesta de evolución de los paisajes de las llanuras centrales de los Estados Unidos, amenazadas por el progresivo agotamiento del acuífero que alimenta sus cultivos cerealistas. El resume el proyecto como una evolución desde la cuadrícula jefersoniana a una ordenación más adaptada a la microtopografía de un territorio más frágil de lo que parece. No entraré aquí en lo verosímil de la propuesta (algo que es complejo evaluar), pero creo que es recalcable la calidad gráfica de la presentación.
Aparte, este proyecto habla de un concepto, el “grano” del territorio, sobre el que hablaré en breve… extensamente.
Ramona y Rafaela

Rafaela y la pampa. Imagen de Martín Dario Herrero en Panoramio
Rafaela es una ciudad de cerca de 100.000 habitantes en el centro- oeste de la provincia de Santa Fe, Argentina, con un cierto protagonismo en su territorio. Ramona es una comuna de algo más de 2.000 habitantes a unos 50 km de Rafaela. Buenos Aires está muuuy lejos…. Lo interesante es como, sobre un territorio totalmente mallado por una retícula de colonización agraria de una pampa que seguramente allí parece infinita, hay casi una auto-similitud digna de Mandelbrot en las formas…
Urbanismo y comida (13) Santa Caterina
Urbanismo y comida (12) Mercados
El Ayuntamiento de Madrid ha contado históricamente con un conjunto de edificaciones destinadas al uso de mercado; hasta la década de 1980 estos mercados asumieron una parte importante en el abastecimiento de productos frescos a la población, pero la extensión del automóvil y la implantación de grandes hipermercados en periferia detuvo la creación de estos establecimientos y provocó su declive. Hace unos cinco años el Ayuntamiento decidió la creación de un nuevo mercado municipal, por primera vez en décadas, para dar servicio al nuevo Ensanche de Vallecas (un barrio diseñado sin comercio en plantas bajas de las edificaciones), y la revitalización de los mercados existentes a través de una doble estrategia: por un lado, la introducción de supermercados de mediano tamaño como complemento a los mercados tradicionales para mejorar su atractivo, y por otro la transformación de los mercados de San Antón y San Miguel en espacios gourmet (que ahora tienen que hacer frente a la crisis y su impacto en el consumo de dichos productos), en los que la preocupación por la alimentación local no es central (aunque se promocionan los productos locales).
El Mercado de San Miguel es un edificio de hierro de 1916, cercano a la plaza mayor y desarrollado en una planta única. No hay un gran espacio central, dado que los puestos estan organizados en pasillos, pero las fachadas de vidrio permiten a los turistas que visitan el centro de Madrid une buena vista de muchas cosas ricas.
El mercado de San Antón fue reconstruido con una organización diferente; la primera planta se dedica a la venta de productos de alimentación, mientras que las siguientes corresponden a restaurantes temáticos. En caso de visita, en la planta más alta hay vistas (aunque un poco limitadas) sobre los tejados de Chueca.
Urbanismo y mercado (11) Mercados callejeros
El sistema de mercados callejeros de París se basa en puestos de venta, esencialmente de alimentación, que se montan y desmontan en la vía pública. El objetivo es permitir a la población urbana el acceso a productos frescos de calidad. Existen en la ciudad 82 mercados alimentarios con 3 mercados biológicos. Los horarios y días de apertura son variados, y generalmente todos los días hay varios mercados abiertos. Según datos de estudios del Institut d’Aménagement et Urbanisme de la Région Ile-de-France, los puestos en estos mercados son más rentables para el comerciante, y hay más pescaderos y queseros en estos mercados que en establecimientos fijos convencionales.
Los mercados son gestionados por sociedades con contratos de concesión por seis años, que asumen la explotación y el alquiler de puestos a los vendedores así como la provisión de servicios como agua y electricidad. Pagan un canon por la utilización del espacio público y otro al servicio municipal de limpieza, un elemento esencial del sistema para asegurar la higiene.
Urbanismo y comida (9) Vegaviana
Vegaviana es desde 2009 un municipio de la provincia española de Cáceres. El asentamiento fue creado en 1954 como un nuevo pueblo de colonización agraria en 1954, como parte del movimiento de colonización interna desarrollado bajo el franquismo. estos proyectos se desarrollaron en general vinculados a nuevas zonas regadas. En 1961 se alcanzaron los 3.131 colonos, pero la población actual es de 863 habitantes, dado que la zona no escapa a las dinámicas demográficas de gran parte de la España rural.
El proyecto de Fernández del Amo fue premiado en su día, y como en la mayoría de estos pueblos de colonización la humilde arquitectura está bien integrada en el paisaje. Suele ser lo contrario de muchos campos de golf, dado que aquí la tierra productiva se preserva como razón de ser del tejido urbano.