El sistema de mercados callejeros de París se basa en puestos de venta, esencialmente de alimentación, que se montan y desmontan en la vía pública. El objetivo es permitir a la población urbana el acceso a productos frescos de calidad. Existen en la ciudad 82 mercados alimentarios con 3 mercados biológicos. Los horarios y días de apertura son variados, y generalmente todos los días hay varios mercados abiertos. Según datos de estudios del Institut d’Aménagement et Urbanisme de la Région Ile-de-France, los puestos en estos mercados son más rentables para el comerciante, y hay más pescaderos y queseros en estos mercados que en establecimientos fijos convencionales.
Los mercados son gestionados por sociedades con contratos de concesión por seis años, que asumen la explotación y el alquiler de puestos a los vendedores así como la provisión de servicios como agua y electricidad. Pagan un canon por la utilización del espacio público y otro al servicio municipal de limpieza, un elemento esencial del sistema para asegurar la higiene.