Valladolid fue durante un tiempo la capital del Imperio, y es actualmente la capital de la región de Castilla y León. Es un ejemplo de una ciudad con un río con el que tiene una relación que, vista siempre como visitante de unas pocas horas, parece aún por definir; el río fue más o menos el límite de la ciudad formal hasta que en el siglo XX la expansión urbana ya afectó claramente a la orilla derecha. Cuenta con una playa fluvial, el rio es cruzado por varios puentes, y no es un límite de la zona urbana, pero aunque por tamaño es un espacio de cierta dimensión, no se ve que haya contribuido a crear un corredor con identidad propia. El museo de Moneo lo intenta en parte al acondicionar espacios de ribera (quizás un poco duros) y organizar su relación con la pasarela peatonal.