Felipe II de España (1527-1598) reinó sobre un imperio que unía a las posesiones españolas el anterior imperio portugués (que luego recuperaría la independencia) y varias posesiones más en Europa, abarcando territorios en los cinco continentes, sobre el cual se decía que no se ponía el sol.
En 1559 el rey decide levantar un nuevo monasterio en El Escorial; lo que comenzó siendo un proyecto de gran centro religioso y panteón se convirtió en el centro del poder real. Los primeros libros llegaron en 1565, y en 1576 ya había 4546 volúmenes. En los años siguientes, la biblioteca sufrió incendios y varias amenazas. Hoy es un destino turístico (si visita El Escorial, está justo sobre la entrada principal). No es un espacio comparable a las grandes bibliotecas modernas, per sus riquezas están más en la calidad de sus fondos que en su mera cantidad.
La sala principal tiene 54 metros de largo, 9 de ancho y 10 de alto, con una boveda cubriendola en toda su longitud. Es una de las mejores arquitecturas interiores del Renacimiento.