Rebuild by Design es una iniciativa del Ministerio de Vivienda de los Estados Unidos (US Department of Housing and Urban Development, HUD) (aunque a veces desde Europa parezca que un ministerio de ese tipo no existe en ese país, ha llegado a enunciar políticas con resultados notables, aunque no siempre positivas… como en cualquier país) que busca abordar las problemáticas de la resiliencia urbana ante el cambio climático teniendo en cuenta las enseñanzas del huracán Sandy. De los esfuerzos de reconstrucción pueden obtenerse ideas tanto para otras reconstrucciones como para la prevención de riesgos. La iniciativa se ha formalizado como un concurso de ideas, cuyos resultados se han publicado en abril, con 10 equipos ganadores que han formulado alternativas para sendas localizaciones en la costa afectada. Hay grandes nombres de la arquitectura, como OMA, pero los proyectos no son sólo dibujos, sino que han contado con reuniones de participación pública; según la información, no se seleccionan equipos, sino coaliciones locales que han construido consensos, y que recibirán ayudas para desarrollar sus propuestas, formalizadas por los técnicos.
Cambio climático
Números gordos (4) Una hora, seis meses, comida y coches
En ocasiones he oído a alguna chica comentar que comer dulces es “un minuto en la boca y toda la vida en las caderas”. Con el CO2 pasa algo similar, pero en sentido contrario.
Hace unos años hicimos un trabajo para el Gobierno Vasco sobre cambio climático y urbanismo en el que un cálculo rápido nos mostró que en el contexto climático actual del País Vasco un coche híbrido que circulara durante una hora a 110 km/h emitía una cantidad de CO2 equivalente a la absorbida por un haya adulta durante seis meses. Ese cálculo rápido estaba basado en realidad en la consulta de un importante conjunto de documentos, incluidos estudios sobre el ritmo de crecimiento de los árboles en los suelos vascos, teniendo en cuenta las especies y otros parámetros. En el conjunto del País Vasco (un espacio bastante forestado y también bastante desarrollado económicamente en el contexto español) los bosques tenían una capacidad de absorción de 2,9 millones de toneladas de CO2 anuales, mientras que las emisiones totales en la región eran de unos 20 millones.
Los números gordos deben tratarse con cuidado en temas de cambio climático, porque suele haber mucha confusión, a veces interesada. Haciendo una síntesis muy rápida, los árboles absorben CO2 para crecer, y lo dedican a crear madera y a transferirlo en parte al suelo; el metabolismo de la planta es importante en su ritmo de absorción, por lo que una misma especie funcionará de forma diferente en Madrid que en Lima o que en Bilbao, porque clima y suelos influyen. Es decir, comprarse un coche con el aliciente de que se va a plantar un árbol que absorberá el CO2 que emita es bastante falso salvo que uno vaya a conducir muy poco, y para eso no parece tener mucho sentido comprar un coche. En el fondo, no se está muy lejos de los argumentos de los anuncios de comida…
Mapas 2014 (9) Energías renovables en el Reino Unido
Los sistemas de producción de energía renovable implantados en Europa en los últimos años implican que, en muchos casos, zonas que durante gran parte del siglo XX eran meras consumidoras de energía han pasado a ser productoras, con lo que eso supone en cuanto a recibir ingresos pero experimentar también externalidades negativas de diverso tipo.
Como parte de una tendencia que empieza a notarse en muchos lugares, el Reino Unido, hasta ahora uno de los países que más se habían tomado en serio el cambio climático y las políticas relacionadas con su mitigación, está mostrando síntomas de cambio de postura. Y las razones económicas tienen que ver, algo que al menos requiere una reflexión, porque lo cierto es que en una democracia al gobierno se lo elige para tomar decisiones entre opciones contrapuestas. Un reciente estudio (noviembre de 2013) de Stephen Gibbons, de la London School of Economics, da cuenta del impacto de los parques eólicos sobre el valor en venta de las viviendas cercanas, con reducciones de una media del 11%. En junio de 2013 se publicaron noticias de que el gobierno británico estaba estudiando un sistema de indemnizaciones para el entorno de los parques eólicos.
El mapa de renewables-map.co.uk da buena cuenta de la profusión de instalaciones renovables en el país, cada una con un potencial impacto; y el mapa del Highland Council muestra hasta qué punto en el norte de Escocia la profusión de proyectos empieza a ser clara. Por otra parte, la oposición a los proyectos eólicos empieza a organizarse a nivel europeo con iniciativas como la EPAW; su capacidad real de plantear una alternativa dependerá de que puedan articular la presencia de agentes con intereses a veces contrapuestos: los que quieren defender el valor inmobiliario de sus propiedades, a veces para poder construir más, pueden no coincidir en criterio con quienes quieren proteger al paisaje y la fauna.
Esto puede llevar, en países como los europeos, con poblaciones en proceso de envejecimiento y zonas rurales que cada vez están más despobladas, a una división del territorio en “zonas francas” donde todo sería posible y “zonas protegidas” de estos impactos, muy diferentes de las zonas protegidas según se entienden normalmente, que podrían acabar en la otra categoría. Despues de todo, según lo define el Convenio Europeo del Paisaje, este existe en función de que haya un observador…
Pero por otro lado puede que haya una componente cultural. Según un estudio de 2009 del Massachusetts Clean Energy Center, el análisis de proyectos en los Estados Unidos mostraba que el impacto sobre el valor inmobiliario era casi nulo. Eso no tiene por qué implicar que a los americanos les gusten los molinos de viento, sino que ocupan un lugar distinto en su escala de valores (y también diferencias en la metodología de los estudios)
Biblio (72) TERM 2013
El informe TERM 2013 de la Agencia Europea del Medio Ambiente (descargable en http://www.eea.europa.eu/publications/term-2013) analiza la evolución de los efectos ambientales de las políticas de transporte en el marco de los compromisos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de la Unión Europea.
Dichos compromisos están asociados a políticas de promoción del transporte colectivo y los modos de movilidad no motorizada. Parece que las emisiones ligadas a la movilidad están siendo menores que los objetivos intermedios establecidos, lo que significa un avance; pero las emisiones siguen superando en un 25% a las de 1990, base de los compromisos. Los problemas de contaminación urbana por dióxido de nitrógeno son importantes, y se ven agravados por la expansión del parque de vehículos diésel.
El informe confirma que las ciudades en las que el transporte público y no motorizado ha avanzado cuentan con menor contaminación y emisiones de gases de efecto invernadero.
Bajo la alfombra (5) Cuando ruge la alfombra
Malé es la capital de las Maldivas. Algo más de 100.000 habitantes en un espacio muy reducido en medio del océano Índico. Una gran parte de la superficie de la ciudad se ha construido recientemente, y los rellenos siguen avanzando, como muestran las dos imágenes de http://landsatlook.usgs.gov/. Una carrera entre el crecimiento demográfico y urbano y la elevación del nivel del mar por el cambio climático.
Pero esto no son los Países Bajos, o Nueva Orleans. No hay un interior al que retirarse en caso de inundación. Y todo lo que se haya arrojado al mar estará cerca y podrá ser traído de vuelta por la marea.
Mar, Tierra (4)
Mar, Tierra (3)
Biblio (60) The IPCC report on climate change 2013
El quinto informe de evaluación será difundido en cuatro partes entre septiembre de 2013 y noviembre de 2014. Lo que ha sido puesto a disposición del público es por el momento el resumen para responsables de decisiones políticas, un pdf de 36 páginas. Aún no incluye tablas detalladas de previsiones por regiones del mundo, pero es una interesante lectura (aunque muy técnica)
Grande en París (2)
El centro más icónico de París. El Louvre, en el centro, es un gran museo con un consumo energético derivado de sus miles de visitantes anuales y las estrictas condiciones ambientales de conservación de sus obras de arte. En la zona norte- centro, se ve la Ópera Garnier, otro gran consumidor de energía, rodeado también de grandes edificios. El Museo de Orsay o el Centro Pompidou también destacan, pero la «mancha» más grande es la de el Grand Palais, en el comienzo de los Campos Eliseos, al Oeste. Un enorme invernadero, es un edificio relevante en el paisaje urbano, y también potencialmente un gran consumidor de energía y recursos. En esta zona densa, que parece tallada en un único bloque, el río Sena y los jardines de las Tullerías son los grandes espacios libres, conectados al inicio de los Campos Eliseos y la esplanada de los Invalidos.
Grande en Paris (1)
El mapa superior corresponde a París, y la intensidad de los colores es proporcional a la superficie construida de los edificios según el sistema de datos abiertos de París. No es un mapa de densidad de edificación (un edificio de gran superficie puede estar en medio de un parque, y por tanto con una densidad más reducida), sino más, bien, y en coherencia con lo que decía el último «biblio» sobre las cuestiones del cambio climático en París, un mapa de grandes facturas energéticas. Durante los próximos días la cuestión serán los grandes edificios, que a su vez suponen un gran consumo de energía y otros recursos, y (quizás) la posibilidad de una mayor sostenibilidad al ser más visibles los ahorros potenciales.