¿Cómo organizar a toda prisa un sistema defensivo novedoso? Por prueba y error… Cuando Alemania invade Francia en 1940, la costa atlántica se convierte en un emplazamiento ideal para basar sus submarinos destinados a estrangular a Inglaterra. Entre los puertos destinados a albergar bases de submarinos está el bretón de Lorient.
La base se construye a la entrada de la ría, fuera del casco urbano. Aunque ya había habido submarinos en la primera guerra mundial, en la segunda cobran una importancia mucho mayor. La base de submarinos se configura como un sistema de hangares individuales para cada submarino, alveolos de hormigón con muros y cubiertas de metros de espesor, en dos filas paralelas, con un sistema de carros en el centro para mover a los submarinos hacia la esclusa de salida al mar. Es como un aparcamiento actual de coches, con plazas individuales y una salida única… con la única diferencia de que un submarino fuera del agua no es muy “automóvil”. El sistema es sustituido en la siguiente fase por alveolos a nivel del mar, de modo que cada submarino puede salir por sus propios medios…