He aquí una cuestión siempre controvertida. Para algunos el derecho a construir en el suelo de su propiedad debe ser un absoluto, en cualquier circunstancia, y además cualquier municipio debe de poder decidir que hacer en su territorio; para otros, el suelo es un recurso escaso, cuya utilización también afecta al paisaje entendido como bien común, y además el nuevo crecimiento tiene un coste importante para las finanzas locales, por lo que hay razones de peso para la planificación supramunicipal y las restricciones al crecimiento urbano.
La Agencia Ambiental Europea publicó en 2006 un informe sobre el estado de la dispersión urbana en el continente, utilizando los datos del programa Corine Land Cover de análisis de la dinámica de ocupación del suelo. Se analiza la expansión de la mancha urbana a lo largo de las últimas décadas en 24 capitales , desde el centro de España hasta las capitales de los estados orientales, y en general es posible llegar a la conclusión de que los fenómenos de crecimiento urbano desmesurado de los que tanto se habla en los Estados Unidos también ocurren, aunque de formas diferentes, en el continente europeo.
Munich se presenta como la ciudad modélica en este sentido, con una política de encauzamiento del crecimiento que ha hecho que la extensión superficial de la mancha urbana sea inferior al crecimiento demográfico durante los últimos 50 años, sin dejar por ello de ser una ciudad muy dinámica.