El casco antiguo de Barcelona es el resultado de la evolución de la primitiva colonia romana, aunque cueste apreciar a primera vista esta condición en la trama urbana (las grandes vías rectas derivan del plan de Cerdá del siglo XIX). En el caso de Bogotá, la huella de las Leyes de Indias y su cuadricula es más clara.
En Barcelona Catedral (rojo) y Ayuntamiento (azul) ocupan plazas diferentes, mientras que en Bogotá se comparte un mismo espacio, cargado de simbolismo al contar con el Parlamento y la alta judicatura.
El crecimiento de la ciudad muestra que la voluntad de regularidad siempre se encuentra con la necesidad de adaptarse a condiciones inesperadas… La trama regular es casi siempre imposible.