Los form-based codes, por los que existe un interés importante en los Estados Unidos en el marco del movimiento del New Urbanism, son ordenanzas urbanísticas, en gran parte una recuperación de los principios de redacción de las clásicas ordenanzas de arquitectura de muchas ciudades antes de la implantación masiva del automóvil. Existe incluso un Form Based Codes Institute que se ocupa del estudio de esta cuestión.
Entre las cuestiones que pueden plantearse ante este movimiento está la idea de estética urbana, y, en el fondo, de la importancia para el planeamiento de la arquitectura o, más explícitamente, de una cierta idea de uniformidad en la misma como resultado de la regulación. Esta uniformidad no se plantea, no obstante, como mero objeto estético, sino como parte de una estrategia más amplia de sostenibilidad, en la que el orden es un instrumento. Y la uniformidad corresponde a zonas, no a la ciudad entera.
La Chicago Metropolitan Agency for Planning ha publicado un manual para municipios sobre la redacción de instrumentos de esta naturaleza. El proceso de proyecto se plantea por barrios, no necesariamente por municipios enteros, y debe incluir una importante participación pública. Se plantea la articulación en forma de ordenanzas de Zoning, al ser una publicación americana; cabe recordar que el zoning en los Estados Unidos no corresponde de manera precisa al urbanismo europeo, que en general incluye tanto las ordenanzas como la definición de modelos territoriales, algo que en Estados Unidos se entiende como Planning.