
La playa occidental y el nuevo paseo marítimo (a la izquierda), proyecto de Carlos Ferrater, uno de los arquitectos más influyentes del panorama español.
Benidorm es una imagen clásica del turismo español. Representa el desarrollismo de la década de 1960, con sus grandes edificios en altura de primera línea de playa para hoteles y apartamentos. Aun hoy en día, los record de altura de edificios en España corresponden a menudo a hoteles en Benidorm.
Es un modelo de turismo popular, de apariencia trasnochada respecto a modelos más innovadores, pero en continua transformación. Sigue habiendo música en vivo en el paseo marítimo, pero el propio paseo ha evolucionado. El núcleo urbano original se sitúa en un promontorio entre las dos playas que al estar orientadas hacia el sur aceptan edificios de cualquier altura sin recibir sombras de los mismos. La playa oriental es la desarrollada más intensamente durante las décadas de 1960-1970, mientras que la occidental tiene también un desarrollo, pero de menor entidad y más condicionado por el relieve; en segunda línea respecto a este desarrollo hay desarrollos más recientes, igualmente de gran altura.
Benidorm es algo así como la “gran superficie comercial” turística de todo este territorio: hoteles y apartamentos de alquiler en grandes establecimientos como elementos dominantes, en altura (más de 40 plantas en varios casos), frente a modelos de menor densidad basados en la venta de apartamentos o viviendas unifamiliares.
72.062 habitantes empadronados (registrados administrativamente como residentes en el municipio) en 2011, de los cuales:
- 34% extranjeros
- 20% ciudadanos de otros estados de la Unión Europea
- 8% británicos
- 5% rumanos
- 1% marroquís