Como respuesta al post sobre la Avenida Foch he recibido un interesante correo de mi amigo Vadim Litovchenko, indicándome ciertos paralelismos y diferencias con la Kutuzovskaiya Prospekt de Moscú (la entrada en la ciudad de la autopista de Minsk). Esto me ha recordado a su vez a la Karl- Marx Allée de Berlín, que pude visitar en vivo hace un par de años. Ambos son casos representativos de un urbanismo estalinista de la década de 1950. Pero como siempre, la idea no es hablar de política (ambas calles han sobrevivido a cambios de régimen y probablemente volverán a hacerlo durante siglos) sino, como siempre, de como es el espacio que resulta de ciertas decisiones de diseño. Además, prefiero a Groucho respecto a Karl.
En ambos casos el espacio de la calle es inmenso; ambas tienen más de 3 km de longitud y sobrepasan los 100 metros de anchura en ambos casos. Kutuzovskaiya (en honor del Mariscal Kutuzov, defensor de Moscú ante Napoleón) tiene claramente una presencia mucho mayor del automóvil, pero en ambos casos lo que probablemente era más importante era la relación entre volúmenes y la idea de perspectiva (y con 100 metros de ancho esto requiere alturas importantes); curiosamente ambos casos están lejos de ser ejes totalmente rectos (nada que ver con la Avenida Foch), habiendo quiebros y elementos de distorsión del espacio de la calle como el cruce con el tercer cinturón de Moscú o la gigantesca Straussberg Platz. Pero en todo caso aparecen espacios a pie de los edificios que son bastante amables en Berlín, y por las fotos y lo que me cuenta Vadim también lo son en Moscú (no he visitado nunca la ciudad).
La cuestión no es sólo si estas calles son autopistas o no (la Avenue Foch no lo es, en ocasiones simplemente me gusta llevar al límite algún razonamiento), sino si realmente siguen siendo calles en sentido unitario. Acaban siendo grandes espacios abiertos, lineales, pero con varias escalas de lectura y uso bastante diferentes, condicionados por el diseño de los elementos de vegetación o de las vías laterales.