Tokio será finalmente la sede de los Juegos Olímpicos de 2020, por lo que hay que felicitar a la ciudad y al país. Madrid y Estambul han sido las otras finalistas descartadas. Como arquitecto, fue interesante ver en la presentación de Tokio algunas imágenes de los videos donde se veían los magníficos edificios de Kenzo Tange para los juegos de 1964, con apariencia de una buena integración urbana. Lo cierto es que no he seguido con mucho detalle las candidaturas, en parte porque analizar recientemente varios precedentes de estos procesos me ha mostrado que las candidaturas son folletos de venta, pero es en la ejecución del proyecto donde (como casi siempre) se ven las virtudes o los defectos del planteamiento. Además, tengo la ventaja de conocer Madrid y de tener una idea (cierta o no, informada) sobre lo que es posible en esta ciudad. Sobre si la elección ha sido la adecuada o no, sólo el tiempo lo dirá…
Pero nunca he estado en Tokio (ni en Estambul, de hecho). Los que siguen este blog sabrán que eso no evita que en ocasiones me atreva a opinar si encuentro fuentes que entiendo cualificadas. Como en la mayoría de los casos, aunque el proyecto olímpico (presentado de forma brillante ante el COI el sábado) parecía interesante, me interesa entender cómo funciona esa ciudad. Mis conocimientos sobre la cultura japonesa son limitados (en algun momento la alocución del Primer Ministro Shinzo Abe al dar su garantía sobre Fukusima me pareció extraña vista desde parámetros occidentales, pero las formas retóricas son diferentes en cada país …), pero lo intentaré (y agradeceré cualquier comentario de quienes tengan mejores datos).
La Oficina de Desarrollo Urbano del Gobierno Metropolitano de Tokio cuenta con un documento de 2011 en inglés que expone la situación del planeamiento oficial. Como en casi todo el mundo, las delimitaciones administrativas pierden con el tiempo su relación con la realidad: la circunvalación desborda el área metropolitana administrativa. Se aprecian ciertas especificidades japonesas, como la importancia dada a la prevención de desastres. Y aparece un énfasis importante en el reciclaje urbano de los tejidos consolidados.
El Global Center of Excellence for Sustainable Urban Regeneration de la Universidad de Tokio también aporta otras fuentes. Desafortunadamente, los enlaces con su página web (csur.t.u-tokyo.ac.jp) están teniendo algunos problemas. Esto me lleva a proponer una experiencia especial: el número 2 de la revista del CSUR (SUR), publicado en 2005, se titula “Entendiendo Tokyo”. Google mantiene una copia en caché del pdf de la publicación, aunque sin las imágenes. Se que para los que trabajamos en urbanismo esas imágenes son esenciales para comprender algunas cosas, pero lo que marca este momento no es la ausencia de imágenes, sino de explicaciones. Así que propongo leer el documento (a través de http://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:http://csur.t.u-tokyo.ac.jp/publication/sur/contents02.html) y complementar lo que dice, para quien tenga interés, con otras fuentes sobre la ciudad. Un consejo: es mejor (por cuestiones de maquetación) coger la versión original en japonés e inglés, la traducción automática al castellano es una opción, pero se desconfigura la disposición de columnas.
Desde el punto de vista del tejido urbano y su densidad (uno de mis intereses), recomiendo el texto de Okata y Murayama “Tokyo’s Urban Growth, Urban Form and Sustainability”.