En 2007 la Oficina Nacional de Auditorias del Reino Unido (NAO) publicó un informe sobre el programa Housing Market Renewal. Este nació en 2002 para hacer frente a los problemas de zonas con muy baja demanda de vivienda y un parque residencial vacante importante, básicamente en antiguas zonas industriales en declive del Norte y los Midlands. El Gobierno ayudo a crear nueve alianzas subregionales, denominadas “pathfinders”, con colaboración de administraciones y actores locales. Cada alianza tuvo amplia libertad para adaptarse a los problemas específicos de cada zona.
El programa se basaba en parte en una idea también aplicada en Detroit: la demolición como motor de regeneración. Un parque de vivienda inadaptado a la demanda dificulta la revitalización urbana, por lo que demoler y construir un número más reducido de viviendas mejores, junto con rehabilitaciones de viviendas existentes, contribuye a mejorar las ciudades.
En total se previó un presupuesto de 1.200 millones de libras para el periodo 2002-2008 y de 1.000 millones más para el periodo 2008-2011. En marzo de 2007 el programa había utilizado 870 millones para rehabilitar 40.000 viviendas, demoler 10.000 y construir unas 1.000 nuevas. El programa preveía inicialmente demoler 90.000 viviendas entre 2002 y 2018, cifra que luego se fue revisando progresivamente a la baja.
De acuerdo con el informe, en 2007 se habían empezado a detectar mejoras en el mercado inmobiliario y la calidad urbana de las zonas afectadas había mejorado. Pero también se podían apreciar impactos relevantes sobre la cohesión social, y se planteaban dudas importantes sobre la capacidad de un programa de este tipo de afectar a las causas reales de los problemas de estas zonas.
El programa finalizó en 2011. De acuerdo con un reciente artículo del Guardian, parece que no ha sido un éxito.