La ordenación del tráfico en zonas que cumplen una función de centralidad comercial no siempre es fácil. En Madrid parece claro para los propios comerciantes que la zona de Sol- Callao- Montera funciona bien a pesar de las limitaciones al tráfico y el aparcamiento, en gran medida porque es el centro de un muy potente sistema de transporte público; pero en ciudades más pequeñas, o en otras áreas del propio Madrid, suele haber polémica.
En ocasiones hay soluciones que intentan contentar tanto a los comerciantes que piden aparcamiento como a quienes quieren más espacio para el peatón. La ciudad alicantina de Denia juega un cierto papel de centralidad para varios municipios del entorno, y la calle Campos es uno de los espacios donde es más claro. No es necesariamente una calle con una arquitectura notable (más bien edificios típicos de la década de 1960 o un poco más tarde, con lo que eso implica en España), pero si que por posición urbana y la oferta comercial, así como la presencia de comercios de bienes de elección en las calles del entorno parece (al menos en una visita corta) el lugar de referencia.
¿Cómo compatibilizar las dos visiones? Con un reloj y un calendario. La calle es peatonal en determinados momentos, y admite tráfico rodado el resto del tiempo (la mayoría del mismo, de hecho). No estoy seguro de que sea la mejor solución en términos generales, pero lo cierto es que es una alternativa, y que parece funcionar (lo cierto es que lo he visto poco tiempo) en una ciudad donde la mayor parte del casco antiguo está peatonalizado.