El Paseo de Gracia no es sólo una zona de alta concentración de obras de Gaudí, sino también una de las primeras calles del Ensanche; de hecho, su trazado está algo girado respecto a la trama general, que se apoya en la línea recta de la Gran Vía, que une puntos más distantes. Es un bulevar con una configuración de calzada central, ramblas laterales ajardinadas (aunque en ocasiones con aparcamientos o accesos a subterráneos) y calles de servicio lateral.
Con 60 metros de anchura, el espacio central de circulación es de unos 22 metros, y las aceras de los edificios tienen 9 metros en algunos puntos. Es una de las calles comerciales más importantes de la ciudad.

El paseo de Gracia en el cruce con Gran Vía; se puede apreciar la sencillez del mobiliario urbano en este cruce